En cualquier embarazo común, los encuentros con el ecografista son esporádicos. Una vez por mes, supongo. O tal vez más. Nosotros hemos comenzado por visitarlo dos veces por semana. Luego a pedido de él y gracias a mis ejercicios de control mental, logré ir una vez por semana. Ahora, no pasan más de diez o quince días en los que podamos estar separados. Y acá me planto.
Mis sensaciones han ido modificándose con los meses. Al comienzo quería verlo todos los días. Llegué a pensar seriamente en alquilar un ecógrafo, convencida de que aprendería a encontrar los latidos de mi bebé (es muy caro, por eso no lo hice).
Ver a mi bebe en la pantalla era un bálsamo. El Doctor, que con magnífica comprensión de mi locura, no demoraba más de tres segundos en poner los latidos a todo volumen, lograba que yo pudiera seguir respirando. La tranquilidad duraba esos minutos, los que tardábamos en tomar el ascensor y caminar hasta la esquina. Ahí me paraba y decía: ¿estará todo bien?
En la semana quince comencé a sentir unas cosquillas que por más desconfianza que yo tuviera, no podía dudar de que se trataba de mi niño nadando en mi panza. Puedo decir que fue una semana feliz. A pesar de que vivía pendiente de esas sutiles cosquillas y sufría cuando no estaban, la felicidad de la aparición compensaba la angustia anterior. Y así un sinfín de veces.
Pero duró poco. Al final de esa semana tuve el episodio de pérdidas más brutal y sorpresivo que me hubiera imaginado. El niño podía moverse o no, pero si la sangre seguía saliendo, no podía esperarse nada bueno. Guardia e internación mediante. Las cosquillas ya no podían significar mucho para mí. No eran suficiente reaseguro. Otra vez ecografías cada tres o cuatro días.
Un par de semanas después, las cosquillas empezaron a dejar paso a unos movimientos extraños, fácilmente confundibles con movimientos intestinales, si no fuera por su ubicación, claramente uterina. Aún así, abandonar las cosquillas, certificadas por la obstetra, no fue fácil. Pero lo fui logrando.
Ecografía de control. En la sala de espera lo sentía moverse así que la tranquilidad era considerable. Aunque tampoco duraría mucho. Nos informan que tiene arteria umbilical única. Bien, ahora no sólo hay que temer la inexistencia de latidos, sino que si están, aún así podemos recibir malas noticias.
Así es como perdí toda posibilidad de escapatoria. La ecografía la necesito tanto como la odio. Ir me genera una tensión sostenida que comienza un par de días antes de la hora fijada. Se mueve, pero ¿estará bien? ¿Me darán una mala noticia?
Fui a la ultima ecografía el lunes pasado, como quien encoge su cuerpo y agacha la cabeza esperando el golpe. Y… ¡Lo que faltaba! Me dicen que mis nervios generan vasoconstricción, por ende una de las arterias uterinas tiene mayor resistencia de la que debería. Es decir, deja pasar menor cantidad de sangre. El bebé no se ha enterado y probablemente no lo haga. Se encuentra en perfecto estado de salud. ¡Pero por Dios! ¡Ahora ni nerviosa puedo estar!
De modo que salí con nueva tarea para el hogar. Me tengo que dejar de joder, confiar en mi bebé, relajarme y disfrutar. Qué fácil suena, no?
Les juro que lo estoy intentando.
viernes, 3 de abril de 2009
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4 comentarios:
Hay zeta por Dios, mamuchi espero que estos meses que faltan pasen rapidisimo para que cuando tengas tu bb en brazos esto sea un simple recuerdo, puedas alejarte de los ecógrafos, ponerte nerviosa cuando quieras ver a tu bb moverse en vivo y en directo y hasta comprarte un estetoscopio y sentirle los latidos todos los días por puro gusto, sé que esto va a ser así te mando un beso enorme y vamos amiguita que vada vez falta un poco menos, ya llegamos ya llegamos, un besote
Che pescadito... una buena masajista, con onda relax... mira que ayuda eh? Y te lo digo yo que sabes que soy muuuuy "a mi venime con la realidad, nada de visualizar pelotudeces ni de repetirme que todo esta bien".Si queres, mañana lo charlamos masticando un brownie!
Besos
Me cague de risa!!! La verificacion de la palabra para publicar era "fakit" Te suena? Pues FUCK IT!!
Otro beso
no sos vos Zeta, es Rial con sus noticias de Nazarena que te ponen nerviosa( un chistecito malo como para aflojar tensiones)...
Es dificil mirar el techo todo el dia y no estar nerviosa... no podes salir de la cama una horita al menos?
te mando un besote y seguimos aca.. besos mariela
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