No hay vuelta que darle, si donde tendría que haber dos motores hay uno solo, uno no puede pretender que el resultado sea el mismo. Uno no puede pretender, pero muchas veces lo hace, hasta que te bajan de un hondazo.Cuando nuestro amado ecografista descubrió la arteria umbilical única fue muy claro: si esto nos va a traer algún problema, va a ser en el tercer trimestre. No usa turbante, ni tira las runas, la borra del café creo que tampoco; pero creer o reventar. Dicho y hecho.
La pancita del flacucho crece por debajo de todos los percentiles que se les ocurra. Lo salva la capocha. En eso sale a la madre, je! Bueno, no es esta la circunstancia que mejor representa lo que me ha salvado mi cabeza, pero les aseguro que fue más de una vez.
De modo que le faltan unos pocos gramos para llegar al kilo y medio. Me comí un sermón de lo más acertado acerca de mis miedos exagerados. Ok. No discutí, mucho menos me defendí. Pero nadie mira al padre, que parado al lado mío tiene más miedo que ninguno. Después la loca soy yo. ¡No! Acá si estamos locos, estamos locos todos. ¡Si yo me hundo, él se viene conmigo!
7 comentarios:
Zeta, esta vez no se hunde nadie... Salen a flote los tres!
Esperemos que el miedo mengüe un poquito, ya estás a "un tiro de piedra" y el flacucho se va ganando gramo a gramo.
Te mando un beso enorme y acá estoy, atenta a tus novedades!
Un abrazo!
Decile al flacucho que acá le estamos haciendo el aguante!
Ana.-
Te dejé un regalito en mi blog!
Besos
Vamos con el pibe!!!! (el de adentro de la panza digo!) El otro, ya va a disfrutar de tener a su hijo en brazos usando un gran babero. Y vos nena? Una diosa! Estaremos bastante trastornados todos los que estamos pasando por estas cosas, en menor o mayor medida (yo en menor, obvio!) pero, a mi entender, no la piloteamos nada mal! Vamos que se viene la criatura!!!!
Besos
Zeta, veo que sigue creciendo el flacuchín y eso es lo que importa!
Los hombres se hacen "los machos" y al final son peor de cobardes que nosotras! (sh!, no le cuentes de mis dichos a Igriega)
Flor
Lo que pasa es que los médicos son pragmáticos, y tienen los objetivos claros. A ellos les importa que el bebé esté bien. Tu ansiedad puede perjudicar al bebé, por lo tanto te atosigan para que te relajes (?). Tu marido, como no lleva al bebé en la panza, que haga lo que se le cante. Claro, si vos necesitás apoyo, y el otro se sube por las paredes, es que sos una "exagerada". Puf. Yo por eso me atendí con obstetra mujer, que le preguntaba a mi esposo si había cambiado él las piedritas de los gatos y lo cagaba a pedos. A mí me sirvió hablar con una neonatóloga, que me explicó: "si el nene nace ahora, va seguro a incubadora y necesita asistencia para respirar. Una semana más, y casi seguro que ya puede respirar solo. Dos semanas, y según el peso lo tenemos en incubadora unas horas y capaz no se queda en Neo, se vuelve con ustedes a casa". Eso fue muy calmante, porque ya no era una carrera contra el tiempo por la vida de mi hijo, sino ir logrando mejoras. Dale, que falta poco, creo que hacerse ilusiones a esta altura ya no está prohibido. Comprale cositas, date algún gusto, ya pasaste la parte más amarga, ahora todo es sumar para que el nene nazca lo mejor posible.
Gracias chicas!
El mundo femenino a veces es un serpentario, pero el masculino algunas veces un enigma!
En fin, la vamos peleando...
Besos
Zeta,
Un beso enorme y mucha fuerzaque cada vez falta menos!
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