domingo, 3 de mayo de 2009

Faltan 4 para la 30.

No creo que dejemos de tachar días como los presos pero una vez que pasemos la semana 30, nuestra cabeza promete darnos un respiro. Hay que ver si cumple. Dijo que algunos sueños estarán permitidos. Todos los que se cuelan actualmente son severamente castigados e impulsados a los cajones más recónditos de nuestro ser.
A partir de la semana 30, si alguno de los ecodoppler da feito, sé que saldré eyectada al quirófano para la cesárea y nuestro flacucho tendría posibilidades de una vida digna fuera de su madre.
Por ahora las cosas siguen bien. El diagnóstico de flaco no hay miras que se lo saquen y la arteria uterina derecha da algunas treguas pero sólo parciales.

En lo que a mí respecta quisiera hacer una pregunta retórica: ¡¿quién dijo que los vómitos son en el primer trimestre?! La semana 25 transcurrió interrumpida por violentas furias estomacales que se disponían a deshacerse de todo lo que se les acercara. Un terrible ataque al hígado me dejó en cama varios días. El niño danzaba dentro como si no se hubiera enterado pero la madre realmente estaba hecha un papelito. Presión baja, un dolor de cabeza que llegó a provocar lágrimas, acompañado de los vómitos malditos que duraron días enteros.
Gracias al ayuno, al Sertal y al Reliverán, estoy mejor. Siguiendo una dieta estricta que aún no acepta los dos comprimidos de hierro que mi bajísimo hematocrito requiere, pues ataca con una acidez volcánica.
El niño está bien y eso es lo importante.

5 comentarios:

Moni dijo...

Me quedo con la frase final: El niño está bien y eso es lo importante.

Nostras sabemos que este camino es durísimo, y vos sos una guerrera, así que 3 días de vómitos sin parar no te van a dejar fuera de combate!

Un beso enorme para los tres!

Moni

Florencia dijo...

Te cuento, ¿te cuento?. Me sentí para el orto desde la 6º semana hasta la 36º que parí. En pleno trabajo de parto le pedía a mi marido el taural porque la acidez me seguía matando, me vomité todo los tres primeros meses, y los restantes todo me siguió dando asco, lo de "tranquila, después del primer todo pasa" no aplicó para mí, peeero, yo estaba tan feliz que me la banqué estoica porque lo único importante, aunque sea muy choto ser una vomitona, es que las pulgas estén bien.

Mi hija nació con 2,614 Kg, re extra small y flacuchita, hoy tiene 2 años y cuatro meses y pesa un poquito más de 10Kg. pero es RE SANA, ser flaco no es sinónimo de enfermedad, eso creían nuestras abuelas, así que que no te amedrente eso, después suben de peso enseguida.

Beso enorme y me alegro que estén bien!!

Flor dijo...

Menos mal que la semana 25 con todos sus condimentos ya pasó...

Y si de flaquitos se trata, yo soy el mejor ejemplo... pesé 1.600 kg. Y acá estoy diviiiiina!!

Les dejo un beso grandote.

Zeta dijo...

Gracias chicas!

La verdad nunca me hubiera imaginado que iba a recolectar historias de bebes flacuchos y felices! jajaja
Antes ni escuchaba cuánto pesaban los bebes, ahora paro la oreja cada vez que tengo oportunidad.
Gracias por contarme.
Hoy fuimos a la eco y está todo bien.

Besos.

Anónimo dijo...

Queres otro ejemplo de flacucho????
Mira a tu sobrino...

Queres otro?...
Ya habras escuchado a tu suegra diciendo lo flacuchos que eramos mi hermano y yo...

Mas ejemplos????

Fuerza!!!!!!!!... que el peso es lo de menos mientras este sano y fuerte como hasta ahora

Cada vez falta menos...

Besitos para los tres

Los quiero!!!!

VANE